Ser un ídolo adolescente no es fácil, ya que las pasiones se desbordan y las fans son difíciles de controlar.
Nick, con toda su buena fe del mundo, quiso invitar a unas cuantas fans al escenario mientras cantaba en uno de sus conciertos en Philadelphia, pero la cosa se descontroló...
Al escenario no subieron una, ni dos, ni tres fans, sino una multitud de histéricas chicas que invadieron el escenario gritando y llorando.
En un principio Nick continuó cantando, pero cuando la situación empeoró fue él mismo el que salió corriendo del escenario perseguido por las fans...
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